Recientemente han publicado en la web SwimmingScience.net una entrevista en la que hablo sobre el entrenamiento en natación, bajo el título “Afinamiento y cargas de entrenamiento para nadadores”.
Os dejo la traducción:
Recientemente han publicado en la web SwimmingScience.net una entrevista en la que hablo sobre el entrenamiento en natación, bajo el título “Afinamiento y cargas de entrenamiento para nadadores”.
Os dejo la traducción:
Os dejo una entrevista que me han hecho para el blog “¡Salud y piernas!” de la revista Runner’s World. Espero que os guste.
Poniendo a punto a Mikel Astarloza en el Tour de Francia (Foto: Iñigo Mujika)
Aquí tenéis otra entrevista que me hicieron hace algunas semanas para una revista de ciclismo. La mayoría de los contenidos no se publicaron en el artículo final, así que…
Supongamos que el sujeto es un ciclista recreativo que va en serio con su entrenamiento. Su carrera objetivo es de 150 km y ha estado entrenando con constancia entre 6 y 10 horas por semana. A grandes rasgos, ¿cuánto tiempo debería afinar para estar a punto el día de la carrera?
Como norma general, la investigación muestra que la duración óptima del afinamiento para carreras ciclistas varía entre 8 y 14 días. Sin embargo, todos sabemos que las normas generales no son necesariamente aplicables a cada deportista, así que cada uno debería adaptar la duración del afinamiento a su perfil individual de recuperación-forma y su nivel de fatiga acumulada: algunos ciclistas se recuperan más rápido que otros, y necesitan un afinamiento más corto; algunos pierden la forma más rápido que otros y necesitan entrenar lo suficiente durante el afinamiento para evitar una pérdida de adaptación (es decir, un desentrenamiento); algunos pueden tener una fatiga residual más pronunciada debido al entrenamiento intensivo y/u otros factores de estrés derivados de su estilo de vida, y pueden necesitar un afinamiento más largo o una reducción más pronunciada de la carga de entrenamiento en los días previos a la carrera.
Eneko Llanos, Ainhoa Murua, Iñigo Mujika y Hektor Llanos.
Lo que sigue a continuación es una entrevista que me hicieron hace algunos meses para una revista de triatlón pero nunca llegó a publicarse, excepto algunos extractos aquí y allá dentro de un artículo.
Una limitación fundamental del modelo de periodización tradicional es su incapacidad para producir múltiples picos de rendimiento a lo largo de la temporada. Aunque esto puede no suponer un gran problema para un triatleta de larga distancia que participe en dos o tres eventos importantes en la temporada, está claro que es una limitación para un triatleta de distancia olímpica que debe rendir repetidamente en las Series Mundiales de Triatlón. Además, este tipo de programas de entrenamiento mixtos pueden producir fatiga excesiva, respuestas al entrenamiento incompatibles y estancamiento en el nivel de mejora.
Vamos a Correr, el portal especializado en running de ElCorreo.com, ha publicado una entrevista en la que hablo sobre diversas cuestiones como la idoneidad de Vitoria-Gasteiz como lugar de entrenamiento de deportistas de élite o la presencia de la fisiología en la preparación y el entrenamiento.
Dada tu experiencia en el metabolismo de los carbohidratos y las grasas, ¿cuál es tu opinión sobre la estrategia “entrenar bajo, competir alto” que sugiere que los deportistas de resistencia deberían entrenar con baja disponibilidad de carbohidratos y después rellenar sus depósitos de glucógeno para la competición? ¿Deberían planificar este tipo de estrategia en sus programas de entrenamiento y nutrición o se conseguiría algo similar “de manera involuntaria” de todos modos?
Existe un buen apoyo teórico y de investigación para la idea de que entrenar con depósitos de glucógeno bajos aumenta “la fuerza” del estímulo de ejercicio – en otras palabras, que la respuesta de señalización para una carga de ejercicio determinada se ve aumentada cuando se lleva a cabo con bajas concentraciones de glucógeno, produciendo un aumento mayor en la síntesis de muchas proteínas asociadas a la adaptación al ejercicio. Podemos medir mayores aumentos en marcadores de los procesos de señalización, transcripción y traslación de síntesis proteica, así como una mayor abundancia de proteínas – especialmente enzimas y proteínas de transporte involucradas en el metabolismo de grasas y carbohidratos en el músculo. A esto se le ha llamado “entrenar más inteligentemente” —o un intento de lograr más beneficio con el mismo entrenamiento—. Otro modelo de “entrenar bajo” es llevar a cabo la sesión de entrenamiento matinal en estado de ayuno y sin ingerir carbohidratos durante la sesión.
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