No tengo ni idea de qué parte de lo que he conseguido se debe al talento natural. Me identificaron como talento cuando hacía ciclismo como pasatiempo a los 16 años, y no tenía intención de convertirlo en mi profesión. Soy una persona a la que le gusta hacer cualquier cosa bien, así que trabajo todo lo duro que puedo porque odio la mediocridad. Sin embargo, tengo la fortuna de practicar un deporte y estar en un equipo en particular en el que se invierte tiempo, esfuerzo y dinero en innovación, para optimizar todas las areas del rendimiento, aportándome el mejor consejo y las instalaciones necesarias para llevar a cabo mi programa de entrenamiento.