Te costó mucho llegar a la élite. Tuviste que superar muchas adversisades. ¿Tener que superar problemas desde joven ayuda a forjar el carácter necesario para ser un gran campeón?
No me considero un gran campeón, pero sí alguien que ha tenido la fortuna de poder llegar a la élite del deporte que ama. Es cierto que me costó llegar y que mi carrera está llena de adversidades, pero superar todo eso me ha ayudado a ser mucho más fuerte como persona y a valorar mucho más lo conseguido.
¿Alguna vez acudiste al Tour con la confianza de que podías derrotar a Lance Armstrong o siempre pensaste que para derrotarle tú debías rendir a tope mientras que él debía fallar?
No tengo ninguna duda de que tanto Armstrong como Ullrich eran mejores ciclistas que yo fisiológicamente hablando. Por eso, siempre trabajé muy duro pensando en acercarme lo máximo posible y aprovechar en mejor momento de forma las etapas claves. Tras la sorpresa del 2000, mi confianza fue en aumento y cada año planifiqué mejor el Tour hasta conseguir mi mejor estado en 2003; lo que pasa es que la suerte también cuenta y ese año no estuvo de mi parte.
Tras tu caída en el Tour de Francia de 2003 no volviste a ser el mismo. ¿Nunca llegaste a recuperarte por completo de aquellas lesiones de cadera y codo que te produjiste?
No, nunca, y además hoy es el día que todavía siento cierta falta de fuerza en mi pierna derecha. Sigo haciendo mucho deporte pero pese a ello no consigo tener las mismas sensaciones que antes. La lesión fue fuerte y estoy muy orgulloso de haber luchado tanto durante la rehabilitación para intentar minimizar el problema y poder terminar con cierto nivel mi carrera deportiva.
¿Cómo fueron los largos meses de recuperación, te resultaron más duros a nivel físico o a nivel mental?
Fueron meses de mucho desgaste psicológico. Yo mismo me torturaba y quería trabajar más y más. Me cambió el carácter y me volví muy exigente conmigo mismo; poder volver a hacer algo de lo que hacía rutinariamente era un verdadero logro, pero todo era poco. Me pasaba todo el día pensando en mi pierna, gimnasio, fisioterapia, piscina, bici, todo muy programado por Itxaso Sánchez, la fisioterapeuta que me guió en todo momento y la testigo de todo mi esfuerzo.
¿De qué apoyo científico disponíais en los equipos en que militaste?
Todos o casi todos los equipos a nivel profesional ya disponen de potencial científico para poder sacar el mejor rendimiento al ciclista. Durante mi estancia en el equipo ONCE fue donde más controlados estábamos y adoptando una filosofía de trabajo físico que yo compartía en su totalidad. Test de esfuerzo, test de campo, concentraciones en altura, etc. Todo era poco para poder sacar el máximo y acercarnos a la cumbre.
¿Cómo valoras los cambios que se han producido en el ciclismo mundial en los diez últimos años?
El ciclismo ha cambiado prácticamente en todo. Muchos opinarán, apoyándose en lo que se refleja en los medios de comunicación día sí y día también, que los controles contra el dopaje han sido el mayor cambio. Yo invito a todo el mundo a que se analicen las medias que ahora se sacan y las de antes, a que veamos la forma de correr de los corredores, pero sobre todo cómo se ha mejorado en los entrenos. La aparición de los potenciómetros, analizadores de gases, telemetrías, trabajo de laboratorio y demás han conseguido que el ciclismo sea mucho más controlado y más profesional que el de antes.
Se dice que el ciclismo de ruta profesional es un deporte de equipo con clasificación individual. ¿Tú cómo lo ves?
A las muestras me remito: un gallo con equipo puede perder una carrera pero un gallo sin equipo nunca la podrá ganar. Creo que no hay más que decir.
Has participado en algunas maratones. ¿Es comparable el esfuerzo de un maratón al realizado en una gran vuelta por etapas?
Quiero dejar claro que en ningún momento me he planteado un nivel de exigencia en los maratones más allá del ámbito popular. Sí que he entrenado con dureza, pero no con la disciplina que lo hacía cuando era profesional. La sensación del maratón es comparable con una crono larga: notas que físicamente te vienes abajo y que tu ritmo desciende sin poder hacer nada. Una etapa de montaña o de abanicos e intensidad máxima hace que tus piernas y pulmones revienten; el maratón te da, como se dice, “la muerte a plazos”. Lo que sí he notado es que por culpa del traumatismo la recuperación del maratón es mucho más lenta. Como conclusión os puedo comentar que para mí la bici es más dura en pleno esfuerzo pero más fácil de regenerar.
Después del ciclismo profesional y el maratón, ¿te planteas algún otro reto deportivo?
Quiero hacer mis pinitos en el duatlón o en el triatlón. Lo que pasa es que en este último tengo el problema de la natación: me da mucho respeto el mar. Tengo previsto para febrero correr un duatlón como prueba y luego ya veré.
¿Qué opinas del triatlón? ¿Te gusta ese deporte y/o sigues las noticias sobre triatlón habitualmente?
El triatlón me encanta y además valoro mucho el esfuerzo anónimo de los y las participantes. Son muchas horas de entreno, casi siempre en solitario, y son muy pocos los días claves del año en los que hay que jugarse el todo por el todo. Tengo la suerte de conocer a algunos de ellos: para mí Eneko Llanos no es solo un amigo sino un verdadero ídolo. Conozco todo su esfuerzo y todo lo que ha conseguido sin levantar la voz ni vendiendo humo: se merece todo reconocimiento.
Además de ti, Vitoria-Gasteiz ha dado grandes campeones del deporte de resistencia, como los hermanos González de Galdeano, los hermanos Llanos, Martín Fiz, Juanito Oiarzabal. ¿Tiene algo especial esta ciudad que facilite este tipo de actividad?
Vitoria-Gasteiz es una ciudad donde el deporte ha sido el estandarte de cara al escaparate internacional. Muchos han sido los logros conseguidos por diferentes chicos y chicas a nivel internacional que han puesto a la ciudad en boca de todos. Vitoria-Gasteiz no debe de perder de ninguna manera esa inercia y debemos trabajar entre todos para que nuestros niños y niñas logren su sueño y seguir sacando el nombre de la cuidad fuera de nuestras fronteras.
Hemos visto a tus hijos andando en bicicleta casi desde que nacieron. ¿Te gustaría que fueran ciclistas?
Quiero que tanto Aintzane como Markel hagan deporte. Nuestro trabajo en casa es inculcarles el deporte y que sepan asimilar sus valores. Tienen la suerte de sentarse en una mesa a cenar con gente como Martin Fiz, Eneko Llanos y Ruth Brito, Koldo Fernández de Larrea, etc., gente del deporte que les sirve de referencia. ¿Que fuesen ciclistas? Claro que me gustaría, aunque les veo más atletas.
ENHORABUENA!! Totalmente deacuerdo, principalmente: Vitoria me parece una ciudad genial para el deporte, me encantó para entrenar!! (también por la compañía); y 2º… ya te dije que deberías probar con el duatlón!! aunque a tí los sprints se te quedan cortos!!
SUERTE!!