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Iñigo Mujika

Fisiología y entrenamiento

Concentraciones de entrenamiento de natación

Iñigo
Mujika
2 de mayo de 2011
Nadadoras de élite en Tenerife

Nadadoras y entrenadores durante una sesión de entrenamiento. (Foto: Iñigo Mujika)

Acabo de volver de una concentración de entrenamiento en el Tenerife Top Training. Estando allí, comenté a mi buen amigo Paco Angulo, coautor y médico del equipo de fútbol profesional Athletic Club Bilbao, que no encontraba la inspiración y no sabía sobre qué escribir en el blog. El propio Paco fue nadador hace años, y me sugirió que escribiera simplemente sobre lo que se hace durante una concentración de entrenamiento con un equipo de natación de élite. Aunque esto pueda no ser nada nuevo para aquellos de vosotros que trabajéis directamente con este tipo de deportistas, pensé que podría ser un tema interesante para los lectores que no estén directamente involucrados con el deporte de élite. Así que ¡gracias por la idea, Paco!

La concentración de entrenamiento que voy a describir fue organizada para que los nadadores volvieran a un entrenamiento sólido después de una semana de descanso posterior a una fase de competición. A la concentración asistieron nueve nadadoras clasificadas bien para el 14º Campeonato del Mundo FINA de Shangai del 24 al 31 de julio, o bien para el 3º Campeonato del Mundo Junior FINA de Lima del 16 al 21 de agosto. Además de los nadadores, el personal técnico estaba compuesto por el director técnico de la RFEN, tres entrenadores, médico, fisioterapeuta, fisiólogo (yo), biomecánico y especialista en fuerza.

Llegamos a Tenerife el domingo por la tarde, preparados para una semana dura de entrenamiento y trabajo. Desde el lunes a la mañana hasta el sábado a mediodía, cada nadadora llevó a cabo 10 sesiones de entrenamiento en agua (para un total de 62 kilómetros), 3 sesiones de carrera a pie de 30-40 minutos cada una, cinco sesiones de de fuerza en seco de 45-60 minutos cada una, dos sesiones de vóley playa de unos 60 minutos cada una, y una sesión de dos horas de piragua y vela. Además, todas las nadadoras nadaron en el canal de flujo 3-4 veces, bien para realizar evaluaciones y análisis biomecánicos o bien para llevar a cabo series de entrenamiento específico. Todo esto suma unas 30 horas de entrenamiento. Si a esto le añadimos caminar a la piscina y volver (15 minutos por trayecto, cuatro trayectos al día), estiramientos diarios, fisioterapia, análisis de vídeo y reuniones de equipo, os podéis hacer una idea del grado de dedicación que exige la natación de élite.

El típico día de un nadador durante una concentración de entrenamiento sería algo así: levantarse a las 07:00 y llevar una muestra de orina para evaluar el estado de hidratación al fisiólogo del deporte (yo); salir a correr a las 07:30; desayunar a las 08:15; natación de 09:00 a 11:00; evaluaciones biomecánicas de 11:00 a 12:00; comida a las 13:00; descanso de 14:00 a 15:15; natación de 16:00 a 18:00; entrenamiento en seco de 18:00 a 19:00; análisis de vídeo o fisioterapia de 19:30 a 20:30; reunión de equipo de 20:30 a 21:00; cena a las 21:00; todo el mundo en las habitaciones para las 22:00.

El día no resulta muy diferente para los técnicos, ¡excepto que no entrenamos tanto! Mi jornada, por ejemplo, suele comenzar 15 minutos antes de que los nadadores llamen a mi puerta con sus respectivas muestras de orina “recién exprimidas”, que analizo mientras ellos corren o desayunan para asegurarme de que les doy los resultados a ellos y a sus entrenadores para cuando salen hacia la piscina. Estoy al borde de la piscina durante las sesiones de agua, disponible para hablar de temas relacionados con el entrenamiento con los entrenadores o para hacer análisis de lactato sanguíneo, y asegurándome de que los nadadores cumplen con las recomendaciones de hidratación y nutrición. También hago mediciones de pliegues cutáneos a los deportistas una o dos veces durante la concentración, me aseguro de que ponen los alimentos adecuados en el plato durante las comidas, ayudo al biomecánico y al entrenador de fuerza si hiciera falta, y participo en las reuniones de equipo.

Normalmente hago mi propio entrenamiento (natación, bicicleta estática o pesas) mientras los deportistas hacen estiramientos o están recibiendo tratamiento de fisioterapia, o participando en las actividades fuera de la piscina, como el vóley playa o el piragüismo. ¡Los fisiólogos del deporte también necesitamos trabajar nuestra condición física de cazador-recolector!

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