Vida y destino

Por Iñigo Mujika , el 31 marzo 2014
Portada del libro Vida y Destino

Portada del libro Vida y Destino

Hace ya unos años participé como ponente en unas jornadas sobre medicina del deporte y entrenamiento organizada por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Álava. Uno de los responsables de organizar aquellas jornadas era el Dr. Edorta Elizagarate, responsable de la Unidad de Psicosis Refractaria del Hospital Psiquiátrico de Álava, gran aficionado a jugar a fútbol, correr carreras populares y leer literatura de lo más variada. En compensación por mi participación en aquellas jornadas, Edorta me regaló el libro Vida y Destino (1959), obra cumbre del escritor y periodista ruso Vasili Grossman (1905-1964). Lo cierto es que al ver aquel “ladrillo” de más de 1.000 páginas lo dejé de lado, hasta que hace algunas semanas, en una de nuestras breves conversaciones de vestuario sobre literatura, cine y/o deporte Edorta me preguntó qué me había parecido. Tras reconocer que no lo había leído, lo puse en el primer lugar de mi lista de “libros por leer”. Vida y Destino tiene tantos personajes que es recomendable leerlo con un cuaderno de notas a mano, que yo aproveché para ir anotando algunos de los contenidos más destacados. Lo terminé hace ya unos cuantos días, pero sigo pensando en este impresionante libro. Aquí os dejo un listado de mis anotaciones, como muestra de lo que os podéis encontrar en el interior de ese maravilloso “ladrillo de más de 1.000 páginas”.

Tiempo

El tiempo, ese medio transparente en el que los hombres nacen, se mueven y desaparecen sin dejar rastro.

Esperanza

Me he dado cuenta de que la esperanza casi nunca va ligada a la razón; está privada de sensatez, creo que nace del instinto.

Violencia y guerra

La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las diferencias y las particularidades por la vía de la violencia.

Todos los hombres son culpables ante una madre que ha perdido a un hijo en la guerra; y a lo largo de la historia de la Humanidad todos los esfuerzos que han hecho los hombres por justificarlo han sido en vano.

El misterio de los misterios de la guerra, su carácter trágico, consistía en el derecho que tenía un hombre de enviar a la muerte a otro hombre. Este derecho se basaba en la suposición de que los hombres iban a enfrentarse al fuego enemigo en nombre de una causa común.

Vida y muerte

El alma soporta largos sufrimientos durante años, a veces incluso décadas, hasta que, piedra sobre piedra, erige poco a poco el túmulo del ser querido y llega a aceptar la pérdida irreparable, se resigna a la inevitabilidad de lo que ha pasado.

La música que roza al moribundo no resucita en su alma la esperanza ni la razón, sino el milagro agudo y sobrecogedor de la vida.

El hombre lleva consigo el sentido de su vida y no puede compartirlo con nadie. El milagro del individuo particular, en cuya conciencia e inconciencia acumula todo lo que ha habido de bueno, malo, divertido, agradable, vergonzoso, triste, tímido, tierno, sorprendente desde la infancia hasta la vejez, está fusionado en ese sentimiento único, mudo, secreto de su vida única.

Cuando un hombre muere, transita del reino de la libertad al reino de la esclavitud. La vida es la libertad, por eso la muerte es la negación gradual de la libertad.

Cada día, cada hora, año tras año, es necesario librar una lucha por el derecho a ser un hombre, ser bueno y puro. Y en esa lucha no debe haber lugar para el orgullo ni la soberbia, solo para la humildad. Y si en un momento terrible llega la hora desesperada, no se debe temer a la muerte, no se debe temer si se quiere seguir siendo un hombre.

Vida y libertad

La libertad es el fundamento, el sentido, la base de la base.

La inmutabilidad de la tendencia del hombre a la libertad es la condena del Estado totalitario.

La aspiración innata del hombre a la libertad es invencible; puede ser aplastada pero no aniquilada. El totalitarismo no puede renunciar a la violencia. Si lo hiciera, perecería. La eterna, ininterrumpida violencia directa o enmascarada, es la base del totalitarismo. El hombre no renuncia a la libertad por voluntad propia. En esta conclusión se halla la luz de nuestros tiempos, la luz del futuro.

La libertad es difícil, a veces dolorosa: es la vida.

El reflejo del universo en la conciencia del ser humano es el fundamento de la fuerza del ser humano, pero la vida se transforma en felicidad, libertad, se convierte en valor supremo sólo en la medida en que el individuo existe como mundo que nunca se repetirá en toda la eternidad. Sólo se puede experimentar la alegría de la libertad y la bondad cuando encontramos en los demás lo que hemos encontrado en nosotros mismos.

Creo que la vida puede definirse como libertad. La vida es libertad. El principio fundamental de la vida es la libertad. Ahí está la barrera, en el límite entre libertad y esclavitud, entre materia inerte y vida.

Fuerza de la palabra

¡Qué poder y claridad hay en la palabra, la palabra libre y desinhibida! La palabra que se pronuncia a pesar de todos los temores.

Mierda

Si no quieres oler a mierda, no la toques…

Amistad

La amistad es un espejo en el que el hombre se contempla a sí mismo. A veces, mientras conversas con un amigo, te reconoces a ti mismo: es contigo mismo con quien hablas, es contigo con quien te relacionas.

La amistad es igualdad y afinidad. Pero al mismo tiempo es desigualdad y diferencia.

Cuando las vidas de dos hombres están en armonía, éstos pueden discutir, mostrarse injustos el uno con el otro, y sin embargo, las ofensas mutuas se desvanecen sin dejar secuelas. Pero si en su interior anidan desavenencias profundas, aunque todavía no tengan conciencia de ellas, cualquier palabra fortuita, el más leve descuido puede transformarse en un puñal letal para su amistad.

El bien y el mal

El flujo de la vida siempre es percibido en la conciencia del hombre como una lucha entre el bien y el mal, pero no es así. Los hombres que velan por el bien de la Humanidad son impotentes para reducir el mal en la Tierra.

La historia del hombre no es la batalla del bien que intenta superar al mal. La historia del hombre es la batalla del gran mal que trata de aplastar la semilla de la Humanidad. Pero si ni siquiera ahora lo humano ha sido aniquilado en el hombre, entonces el mal nunca vencerá.

Naturaleza

El hombre no entiende que las ciudades construidas por él no son parte integrante de la naturaleza.

Alma femenina

¡Qué poderoso instinto anida en el alma femenina! ¡Qué instinto más fuerte y sencillo!

No todas las mujeres con las que te acuestas pueden ser tu mujer.

Fascismo

El antisemitismo es un espejo donde se reflejan los defectos de los individuos, de las estructuras sociales y de los sistemas estatales.

(…) bajo el fascismo, al hombre que desea seguir siendo un hombre se le presenta una opción más fácil que la de conservar la vida: la muerte.

Paternidad

Cualquier idiota puede traer al mundo a un hombre.

Destino

El destino conduce al hombre, pero el hombre lo sigue porque quiere y es libre de no querer seguirlo.

Ciencia

Los verdaderos descubrimientos científicos hacen a los hombres más sabios que la naturaleza. La naturaleza aprende a conocerse en estos descubrimientos, a través de ellos.

Verdad y mentira

Una verdad parcial no es una verdad.

Nuestra principal desgracia es que no vivimos como nos dicta la conciencia. No decimos lo que pensamos. Sentimos una cosa y hacemos otra.

La verdad de los fuertes no está en la arrogancia.

Duda

Las almas más puras están siempre e inevitablemente abocadas a la duda. El mundo está dominado por hombres de escasas luces convencidos firmemente de su razón.

Sentimientos

Del corazón no se arranca nada, el corazón no es de papel, y en él, la vida no está escrita con tinta, no se puede romper en trozos, no se pueden borrar largos años que se han impreso en el cerebro, en el alma.

Burocracia

En la ausencia de burocracia es precisamente donde se revela el burocratismo. Todo lo que sirve a los grandes objetivos del Estado corre a la velocidad de un tren expreso. La fuerza de la burocracia contiene dos tendencias opuestas: es capaz de detener cualquier movimiento o acelerarlo de manera insólita, como si escapara a los límites de la atracción terrestre.

Mediocridad

¡Cuánta mediocridad hay por todas partes! Cuántas personas tienen miedo de defender su derecho a ser honestas, cuántas se dan por vencidas, cuánto conformismo, cuántos actos mezquinos.

 

Compartir esta entrada

 

Entradas relacionadas

2 comentarios

  1. Lisandro

    Gracias por compartirlo Iñigo, muy interesante y dignas de reflexión las apreciaciones de tu resumen del libro. Yo me debo leer varios de esos libros que tenemos a veces durmiendo mucho tiempo al al lado nuestro y que no son siempre de nuestro quehacer cotidiano.

    Y hablando de esas cosas, quisiera compartir contigo y los demas una emocionante historia que descubri hace poco, la historia de “El Vasco de la carretilla”, una vida digna de ser leia, la de un Vasco emigrado a mi pais, la Argentina, que recorrorió miles de kilometros empujando una carretilla sinetiendose libre y convirtiéndose en una leyenda.
    Me emociono ver su tenacidad y vi reflejada muchas cosas de la cultura vasca, aquellas que recuerdo de mi abuelo. La comparto porque se tu origen compartido con el.
    Algunas de sus frase extraidas de sus diarios pueden resumir su espiritu…

    “Un vasco es capaz de todo lo difícil”
    “Muchos hablan de una apuesta de miles de pesos. No es cierto. He empeñado simplemente mi palabra”.
    “Cada uno tiene la edad de sus proyectos”
    “Me sobran fuerzas y voluntad, para eso soy vasco”.
    “Cuando salí de Santa Cruz la gente decía : “Ahí va Larregui con su carretilla, está loco”. Lo mismo decían mis compañeros pero yo les contestaba “No importa, iré yo solo al manicomio”
    “Nadie me podrá quitar la dicha de ser dueño de mi propio destino”
    “Aún a veces con la panza vacía, la gracia era disfrutar de esta libertad y del contacto con la naturaleza, con el mar, y ese maravilloso océano de estrellas, que le hace pensar a uno en la infinita pequeñez del Ser Humano”.
    “Si rompiera mi promesa, sería indigno de llevar esta boina, que es todo lo nuestro”
    “Hay momentos en que un Hombre tiene que afrontar el reto, si no, no es Hombre cabal. La Humanidad no hubiera llegado hasta aquí si no hubiesen existido Hombres como nosotros, capaces de jugarse la vida, y no solo el pellejo, por cumplir con un cometido”.
    “Tuve un susto grande en esa vuelta. El termómetro marcaba (-20°C). Mis pies comenzaron a helarse. Fue la primera vez que el vasco Larregui se asustó de verdad. Si hubiera perdido las piernas, hubiera tenido que vencer hasta la oposición de ese destino”.
    “Mi orgullo me impedía mendigar. Nunca pedí nada. No me negué a recibir lo que se me ofreciera voluntariamente como colaboración para poder continuar la gesta”

    Dejo unos link para saber mas. Abrazo desde Buenos Aires
    Lisandro

    http://es.wikipedia.org/wiki/El_Vasco_de_la_Carretilla
    http://www.taringa.net/posts/imagenes/1138190/Pioneros-El-Vasco-de-la-Carretilla.html

    abril 1, 2014
  2. Muchas gracias Lisandro. Buscaré el libro. Saludos

    abril 16, 2014

Responder